ESPERA...DESTELLOS A CONTINUACIÓN

septiembre 25, 2007

LOCURA Y ESQUIZOFRENIA


Locura “psiquiatría” término convencional con el que se designan ciertos trastornos mentales.
Esquizofrenia “psiquiatría” trastorno de la personalidad caracterizada por la escisión de las funciones afectivas e intelectivas.

Dada estas dos axiomas se puede apreciar que existe en la psiquiatría una definición clara hacia los desordenes mentales del ser humano. No soy un psiquiatra, pero puedo realizar mi propio psicoanálisis básico de la disyuntiva que tengo en el cerebro.

Primero, en la época de los cincuenta científicos denominados “psicodélicos” realizaron pruebas con el LSD, para el que no tenga dentro de su léxico, son las siglas de la dietilamida del ácido lisérgico, sustancia psicoestimulante capaz de provocar alucinaciones.
Dentro de aquellos experimentos se puso a prueba a cincuenta personas, la mitad de ellas sanas y normales dentro de los patrones establecidos por la OMS (Organización Mundial de la Salud), y la otra mitad de personas padecedores de esquizofrenia. Las pruebas con el ácido dieron los siguientes resultados:
Las veinticinco personas “normales”, sufrieron alucinaciones y espasmos de locura. Las personas “esquizofrénicas” no mostraron algún síntoma con el ácido empleado.
Conclusión: los esquizofrénicos generan sus propias drogas químicas dentro del cerebro lo que provoca las alucinaciones.

Segundo, acá realizo mi propia conclusión de los aspectos planteados anteriormente. Cuando se observa a estos individuos (esquizofrénicos), el ser humano normal, tiende a catalogarlos dentro de parámetros que la psiquiatría nos plantea según su análisis científico, y que es respetable. Pero, lo que no se ha planteado específicamente; es que estos seres humanos que generan sus propias drogas, se encuentran en un plano distinto. Y se crea la disyuntiva del ser humano racional “entender” o “no entender”. Dentro de la medicina se creó la rama de la psiquiatría para dar una explicación lógica ante estos sucesos de la incomprensible mentalidad. Pero más que dar una ilustración a estos sucesos, se han buscado componentes químicos para poder frenar o apaciguar en cierta manera un sufrimiento propio del ser humano normal, ya que si se tuviese la capacidad de racionalizar el supuesto problema, se trataría de aplicar un nuevo método ante esto. Comprender las situaciones a las que se ven enfrentados estos individuos: Las supuestas alucinaciones, los ataque de histeria, etcétera.
El mundo está lleno de posibilidades, y tal como planteé en un principio, estos sujetos se encuentran en un plano del cual los racionales aún no comprendemos. Va más allá de un análisis psicoterapéutico, es un viaje de la inconciencia humana que despierta ante la activación de alguna especie de microchip incorporado en cada cerebro humano. Las personas no nacen esquizofrénicas, el viaje constante del conciente por las vías preestablecidas, modifica e impulsa a que la mentalidad se expanda por una nueva concepción de las ideas. Generando la incompatibilidad con los seres racionales normales. ¿Quién dice que los esquizofrénicos no tienen un nuevo punto que descubrir del universo de ideas que pululan por el espacio del cual compartimos? ¿Existe una nueva forma de comprender el cerebro mediante planteamientos de esquizofrenia? ¿Por qué el ser humano racional normal se cierra ante un nuevo escenario?
Es parte propia del egocentrismo y teocentricidad que aún permanece en la mayoría de los parámetros de la humanidad.
El surrealismo es un perfecto ejemplo de la complejidad y de las diferentes posibilidades que la mentalidad del ser humano expresa a través de estas pinturas. ¿Cuál es el problema entonces, de no comprender a seres humanos con un punto de vista distinto al de un ser humano normal racional?

Carlos Bobadilla Cisterna

septiembre 21, 2007

LAS MÁQUINAS DEL TERROR


Plik!, Pluk, Plak, Tiiin!!!...

Y caen las bolitas, para ser lanzadas al espacio reducido al cual se ven enfrentadas. Una especie de tirabuzón las amenaza y les propina un golpe que las deja aturdidas. Tratando de ingresar a un agujero que será el destino de salvación de ellas, pero de otros una fortuna invaluable.

¿Tanto es el afán por obtener dinero? Tal vez se confundieron con mi introducción, estoy hablando de las máquinas “tragamonedas”. Esa música maldita que tienen de fondo para hacer del juego más apacible, según sus fanáticos. Por mi parte considero que son melodías perfectas para componer una película de terror al más estilo “Stephen King”. Lo que no saben sus seguidores es que esos sonidos son hipnotizantes programados, y que a través del constante jugar, ingresan por sus oídos palabras imperceptibles ante su conciente. Y cuando llega la noche y se dedican a descansar después de un arduo tiempo jugando con aquellos parásitos, se activa el chip del engendro del mal diciendo “¡monedas!, ¡monedas!, ¡yo quiero monedas!”. Y los inocentes jugadores que ven a estas maquinitas inofensivas, se hacen participes de un macabro plan conspiracional de parte de una entidad terrorífica, que llena sus bolsillos con las almas paupérrimas.
Los símbolos de apuesta son, nada mas ni nada menos, que nuestros países. Otros con un valor mayor que otros, por lo menos nuestro país tiende a ser uno de los favoritos. ¿Pero que consecuencia estamos provocando?, se están creando a seres fascistas que darían la vida por ver caer a la esfera blanca sobre el agujero que señala a Chile. Y ese instinto los cierra ante las demás posibilidades que se encuentran alrededor.
Malditas máquinas engatusaron a mi alma, caí en la trampa; y perdí los últimos doscientos pesos en monedas antiguas que me quedaban, ahora debo lidiar con estas nuevas monedas. Y no por que tengan a una exponente de nuestra cultura indígena las voy a adorar, NO SEÑOR!!!!.